Primero, encontramos la zona baja o de matorral costero que se caracteriza por la presencia de especies halófitas en los acantilados.
Acantilados de Puntallana
A continuación, en la zona costera pero lejos de la influencia marítima y en condiciones de semiaridez, podemos encontrar el tabaibal-cardonal o matorral xerófilo, con especies como el cardón (Euphorbia canariensis) y las tabaibas (Euphorbia balsamifera, Euphorbia regis-jubae, etc.).
Bajada a la playa de Valle Gran Rey
Además en las zonas de barrancos las especies más comunes suelen ser la palmera canaria (Phoenix canariensis), el balo (Plocama pendula) y diferentes tipos de bejeques (Aeonium) y verodes (Kelinia neriifolia) en las paredes rocosas.
Barranco de Alajeró
Después se encuentra la zona de bosque termófilo que ha sido muy utilizada por la agricultura y por lo tanto se encuentra bastante alterada. Sobretodo está formada por sabinas (Juniperus phoenicea), palmeras (Phoenix canariensis) y dragos (Dracaena draco).
Barranco de Hermigua
En las zonas de montaña, en la fachada sur encontramos bosques de pino canario (Pinus canariensis) y en la fachada norte la famosa laurisilva o el monteverde, como lo llaman en las islas y el Fayal-brezal.
Bosque de pinos por Chipude
A partir de los 800 metros sobre el nivel del mar, en las zonas del norte de la isla, encontramos el Monteverde. En esta zona se instala el mar de nubes, aportando a la vegetación la lluvia horizontal.
El bosque de laurisilva está compuesto por gran cantidad de especies de árboles de hoja perenne parecida a la del laurel: por eso se llama laurisilva (“selva de laurel”). Algunas especies arbóreas que se encuentran son el viñátigo (Persea indica); el laurel o loro (Laurus azorica), el acebiño y el palo blanco (Picconia excelsa), el tilo (Ocotea foetens), el barbusano (Apollonias barbujana) y el mocán (Visnea mocanera). Algunas especies arbustivas son el follao (Viburnum rigidum) o el peralillo (Maytenus canariensis).
Laurisilva en Garajonay
El fayal-brezal aparece en la parte alta de la laurisilva, donde no llega el mar de nubes. Como da más el sol es una formación más abierta y aparecen nuevas especies como la faya (Myrica faya) y el brezo (Erica arborea).
Fayal-brezal en Garajonay
Así que ya ves las diferencias significativas entre unos pisos y otros, parecen diferentes mundos, dentro de una pequeña isla. Como no me cansaré de decir: verlo para creerlo.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada