Decir hoy en día que te gusta la
biología puede ser comparable a decir que te gustan, qué se yo, los medios de
transporte. Nadie se extrañaría de oír que a alguien le gustan las motos, los
coches o las bicicletas, pero sí lo harían de alguien que afirmara que le
gustan los medios de transporte en general. No acaba aquí; no es lo mismo ser un
aficionado a las Harley Davidson que que te gusten las Honda. Además, esta
afición puede deberse a la estética del diseño de estos medios, a su mecánica,
a su sentido práctico o a cualquier otra característica que, por lo que sea, te
resulte atractiva de ellos. En definitiva, el que afirme que, de manera
general, le gustan los medios de transporte en todos sus aspectos, tendrá
difícil conseguir dedicarse a su hobby.
O bien dispone de días más largos que el resto de la humanidad para poder aprender,
poco a poco, de todos los aspectos que se pueden abarcar, o bien tendrá que
especializarse aunque esto vaya en contra de su voluntad. Pero, esperad, ¿tiene
por ello menos sentido que a alguien le gusten los medios de transporte? ¿Tiene
menos sentido que a alguien le guste la biología en general que no específicamente
la zoología o la botánica?
Yo soy una de esas personas que,
de entre todas las carreras, eligió biología porque, en general, le gustaba. Quizá
cuando entré tenía idea de tirar más hacia la bioquímica, pero también me recuerdo
deseando que llegara segundo para dar asignaturas como botánica, zoología o
evolución. Conforme los cursos avanzan, los créditos de optatividad aumentan;
ya no es posible aprender de todo sino que, te guste o no, has de elegir. Además,
los distintos departamentos comienzan a demandar alumnos colaboradores, por lo
que si quieres aprender desde el punto de vista práctico has de elegir también
un departamento. Poco a poco tu camino se va delimitando de manera forzosa y,
cuando quieres darte cuenta, ya estás especializándote en una rama en concreto.
Con suerte, te habrás autoconvencido de que esa rama es la que más te gusta de
entre todas. Pero, ¿lo es realmente o han sido una serie de circunstancias las
que te han conducido a esta rama de igual modo que podrían haberte conducido a
otra? ¿Hasta qué punto has decidido, por gusto, dedicarte a esta especialidad?
Ayer, jueves día 19 de abril,
Juli Peretó (divulgador y profesor de la Universitat de València) dio una
conferencia en la que nos recordó, a todos los asistentes, que la biología no está
constituida por departamentos. La realidad no se divide en ciencias ni en
especialidades sino que éstas, al igual que el lenguaje, son una simple convención
humana. La especialización nos permite conocer, de manera profunda, una
pequeñísima parte de la realidad debido a nuestra limitada capacidad de
comprensión. Sin embargo, hemos de ser conscientes de que es necesario unir
estos conocimientos y considerarlos conjuntamente si queremos tener una
aproximación más real. Así pues, me gustaría dar un mensaje de ánimo a aquellos
que, como yo, les agrade la biología. No olvidéis que, aunque estéis más lejos
del sistema de enseñanza universitario, estáis más cerca de la realidad ;)